A todos nos encanta tumbarnos al sol en verano, pero es fundamental protegernos bien. ¿Por qué? El Sol es una estrella, se compone de átomos que chocan entre ellos, esto provoca que el sol libere mucho calor y que este salga despedido en forma de radiación, de energía.

Y… ¿Qué es la radiación?

La radiación electromagnética es la energía del sol que viaja por el espacio a la velocidad de la luz (muy deprisa), viajan en forma de ondas y según la extensión de ésta, tenemos diferentes tipos de rayos.

Existen dos tipos de rayos de sol importantes para el planeta tierra, la llamada luz visible, la que vemos e ilumina la tierra y los rayos ultravioletas.

¿Por qué necesitamos el Sol?

Porque no sólo nos mantiene calientes, sino que las plantas verdes utilizan la energía del Sol para fabricar su propio alimento, haciendo esto liberan oxígeno que el ser humano necesita para vivir. También permite que la piel produzca Vitamina D que ayuda a la formación de nuestros huesos, a reducir el colesterol y mejorar la circulación sanguínea.

Aunque obtengamos todos estos beneficios al exponernos al sol, los rayos ultravioletas pueden ser también malos, ya que si nos exponemos mucho a estas radiaciones provocamos daños graves en la piel y en los ojos. Por este motivo debemos protegernos del Sol adecuadamente, evitando quemaduras solares.

7 medidas para que tus pequeños disfruten del sol y el ocio al aire libre

  1. No expongas directamente al sol a un niño antes del primer año de edad. La arena, el agua y la hierba reflejan entre un 5-20 % las radiaciones solares.
  2. Evita la exposición solar en horas centrales del día. Al igual que los adultos, los niños no deberían estar expuestos entre las 12h y las 17h puesto que la radiación solar es más peligrosa en esta franja horaria.
  3. Resguárdate a ti y a tus pequeños en sombras naturales, debajo de una arboleda o artificiales como la sombra de una sombrilla.
  4. Protégelos con un sombrero, gafas de sol y ropa adecuada. La ropa ha de ser holgada, preferiblemente de algodón para una buena transpiración, con protección solar y siempre seca puesto que la ropa mojada deja pasar más la radiación solar.
  5. Usa un protector solar específico para niños. Los constantes juegos dentro y fuera del agua hacen necesario un fotoprotector resistente al agua, al sudor y los roces. Debe de aplicarse cada 2h y después de cada baño.
  6. Hidrátalos correctamente. Que beban abundante agua para evitar deshidratarse por el calor del sol.
  7. Conciencia a tus pequeños en materia de fotoprotección, proporcionándoles la información necesaria sobre el sol conviértete en un ejemplo, exponiéndote al sol de forma responsable.

3 errores a evitar…

  • Poner fotoprotector a un recién nacido, la función de barrera de su piel es inmadura y los filtros solares u otros componentes podrían absorberse.
  • Dejar a tu hijo con la camiseta puesta para protegerlo del sol, una camiseta normal de algodón (12 UPF) protege menos que una crema solar (mínimo 15 UPF) y si esta camiseta se moja la protección baja a un 8 UPF.
  • Sombrillas iglú que evitan el reflejo del sol en la arena, en horas centrales un niño se cuece, la mejor opción es no bajar a estas horas así no hará falta usar este tipo de sombrillas.

 

Recuerda no bajar la guardia después del verano ya que las radiaciones solares son peligrosas durante todo el año, no sólo en verano.

En Ciencia Divertida contamos con talleres sobre protección solar, concienciando de una forma divertida sobre la influencia del sol sobre la existencia de vida en la tierra y los peligros de la radiación solar.